Los eunucos en la India mogol
Un eunuco es un varón al que se le han extirpado sus órganos genitales de manera total o parcial.
Esta figura ha existido desde hace siglos. El primer dato conocido de una castración data de 500 años antes de Cristo. Hay noticias de ellos desde la antigua China hasta el Medio Oriente. Se conocen eunucos en la civilización sumeria, y también en el antiguo imperio romano. Incluso, aparecen menciones en el antiguo testamento.
Gracias a cronistas persas sabemos que la India recibió eunucos blancos de Occidente en el siglo IX, concretamente de las regiones de Sind y Malabar, y que se convirtieron en suministradores regulares de eunucos a las cortes islámicas.
Originalmente eran esclavos, que al haberles privado de su condición sexual, tenían como misión principal custodiar el harén de los poderosos y ricos. Mantenían a las mujeres bajo control, protegiéndolas en muchos casos, pero también actuaban como espías, en muchos otros.
Aunque la institución de los eunucos era fundamental para el funcionamiento de sociedades con hogares segregados por sexos, es interesante encontrar eunucos también en las cortes semi nómadas de Asia central, donde las mujeres eran relativamente libres. Sabemos, por numerosas referencias tanto literarias como de representaciones de miniaturas de la época, que los harenes mongoles de Asia Central no imponían la segregación entre hombres y mujeres, por lo que los historiadores consideran que la posesión de eunucos en estas sociedades era más bien una rareza que denotaba alta posición social.
Es a partir del reinado de Akbar cuando las referencias a la existencia de eunucos en la corte se encuentran con más facilidad. Las pinturas que representan escenas de los primeros años del reinado de Akbar muestran dentro de la zona del harén figuras masculinas robustas, de piel oscura y sin barba, vestidos lujosamente y en clara ostentación varonil, muy diferentes a las de otros asistentes masculinos que aparecen en las mismas pinturas. Los jesuitas que visitaron la corte de Akbar de 1580 a 1583 informan de que uno de sus eunucos era una persona de gran autoridad, que realizaba gestiones al más alto nivel, con la máxima lealtad y devoción personal al soberano.
Evidentemente, los eunucos en tiempos del Padshah Akbar tenían una posición más elevada que los mismos en otras sociedades y/o epocas, y por tanto, acceso a bienes y posesiones materiales. Esto seguramente fue posible porque en última instancia, tras su fallecimiento, todas las riquezas de los eunucos volvían al tesoro imperial. Pero también entrañaba un aspecto peligroso, pues esa situación especial les otorgaba mayor margen de maniobra y oportunidades para tomar la iniciativa, manipular y medrar (en mi novela Si al menos la luna, tienes una buena prueba de ello).
Sin embargo, las fuentes nos revelan que los eunucos de la corte de Akbar se fueron retirando de los interiores del harén conforme avanzó su reinado, dando paso a un cuerpo de mujeres entrenadas para asistir a las mujeres, como hasta entonces habían venido realizando los eunucos, y estos últimos pasaron a ocupar el papel de guardianes del recinto, y enlace de las mujeres con el exterior, no solo como mensajeros, sino también como gestores de sus negocios, propiedades y proyectos sociales.
Aun así, es importante señalar que los eunucos en la corte mogol no eran en absoluto comparables a la institución de los oficiales eunucos en la vecina Persia safávida, donde ejercen influencia en la corte como un fuerte cuerpo perfectamente cohesionado ( mamelucos).